El futbolista, de igual manera, se encuentra delicado

Holanda

En julio de 2017, la vida de Abdelhak Nouri cambió para siempre. El jugador disputaba un partido amistoso de pretemporada con el Ajax ante Werder Bremen cuando se desvaneció como consecuencia de un ataque cardíaco y tuvo que ser trasladado al hospital de emergencia.

Los neurólogos detectaron que el futbolista había sufrido daños irreversibles en el cerebro y que las posibilidades de recuperarse eran «nulas». El jugador había entrado en coma. Su familia nunca perdió las esperanzas. El tiempo transcurría y todo seguía igual.

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Sin embargo, el jugador finalmente despertó de un coma que lo mantuvo alejado de la realidad por trece meses, ha comunicado su familia. El futbolista de 21 años apenas puede moverse pero estaría comunicándose poco a poco, aunque de momento, apenas puede moverse.

«Su situación neuronal es mucho mejor que hace unos meses. Sin embargo, físicamente sigue siendo muy difícil. Su forma física va cada vez a peor porque no se mueve. Tiene que estar tumbado en la cama la mayoría del tiempo y no puede mover el cuerpo por sí mismo, solo su cabeza», destacó la familia al periódico holandés NOS.

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«A veces le sacamos de la cama en la silla de ruedas, hace unos meses eso era impensable. Tiene muchos altos y bajos, está siendo un proceso difícil. Su sistema inmunitario es muy débil, no quiero entrar en detalles pero son tiempos difíciles», explicó su padre, Abderrahim, que añadió que se comunican con él «pidiéndole que abra la boca o suba la ceja para decir sí o no».

Esta es la acción que dejó en coma al jugador por 13 meses: