El presidente del Marathón señaló que ha sido un robo descarado del arbitraje

Por Selvin Pineda

San Pedro Sula, Honduras

El presidente del Marathón, Orinson Amaya, dio explosivas declaraciones al final del clásico sampedrano cuestionando el arbitraje y donde al final los verdes terminaron retirándose del llamado partido por la paz.

Todo fue por un penal que le pitaron a los catedráticos. Eso causó enojo en los marathones que mejor optaron de no seguir jugando los pocos minutos que faltaban. Ya antes del inicio del encuentro habían síntomas de guerra. Y al final así fue. La cosa empezó mal. Y terminó mal.

«Yo no sé que padrino tiene este señor del arbitraje Pedro Rebollar, creo que no podemos seguir con estos árbitros ni con él. Nosotros como dirigentes invertimos y no es justo. Nos sentimos robados. Más respeto para Marathón».

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¿Se corrió Marathón? No, yo le dije a Héctor Vargas y a los jugadores que se fueran del campo. Les estaban tirando piedras. Como se pone a creer que a Real España le pitan todos los penales y a nosotros no. Con cosas así como vamos a seguir jugando».

Amaya siguió lanzando más latigazos sonando a todo mundo. Y dijo que sino quieren que Marathón no participe en nada que lo digan. «Somos campeones de Liga y de Copa Presidente. Si eso le molesta a alguien no es mi problema. Pero que no nos roben de esa forma. Es un descaro. Mejor que nos digan que no participemos y punto».

Mientras que el vicepresidente Rolando Peña manifestó que la campaña de paz queda en la basura. Y apuntó que todo esto ocurre por los silbantes que les queda muy grandes estos partidos.

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«Todo el trabajo por la paz quedo en nada. El árbitro arruinó la fiesta deportiva del clásico sampedrano. Una vez más Marathón sale dañado. Esto es campaña contra nosotros».

Aún así Peña felicitó a todos aquellos que pusieron de su parte para rescatar los clásicos sampedranos. «No vamos a desmayar. Trataremos de seguir buscando la paz. Quiero felicitar a los futbolistas y a los directivos por este esfuerzo. Pero terceras personas pintan de negro el fútbol de Honduras».

El partido por la paz salió mal. Lo único que hizo fue revolver el avispero entre dos rivales que aparentan ser amigos. Pero claro quedo que de amigos no tienen nada.