Según ha desvelado el programa Que t’hi jugues’ de la Cadena SER Barcelona, la directiva contrató una empresa para limpiar la imagen del presidente y desprestigiar a los jugadores

Barcelona, España

La Junta Directiva del Barcelona habría contratado a una empresa, en un acuerdo de un valor cercano al millón de euros, para mejorar la imagen del club y de su presidente, Josep Maria Bartomeu, en las redes sociales y, por otro lado, desprestigiar a sus rivales.

Por un lado, la empresa crea perfiles «no oficiales» en las redes para proteger la reputación y las decisiones del presidente blaugrana y, por contra, erosionar la imagen de jugadores actuales, exjugadores o candidatos a la presidencia.

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Según la información, la empresa gestiona decenas de cuentas en Facebook o Twitter que habrían atacado, entre otros, a actuales jugadores del primer equipo de fútbol como Gerard Piqué, en su vertiente de empresario, o al capitán y referente Leo Messi por su renovación.

Estas cuentas fueron creadas en noviembre del 2018 y algunos mensajes han sido recogidos por los principales periódicos españoles AS y Sport.

Según el programa, el club admite dicha contratación pero sin hacerse responsables de los contenidos de las publicaciones, y defienden que la premisa era publicar «mensajes positivos», si bien se ha atacado desde esos perfiles a entidades y a expresidentes, como Joan Laporta.

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A raíz de dicha información, dos de los precandidatos a la presidencia del club que también han sido objeto de esa campaña de desprestigio, como Agustí Benedito y Víctor Font, ya han reaccionado. Benedito, que concurrió a la presidencia en pasados comicios, aventuró que el club «responderá en los tribunales».

Por su parte, el precandidato Víctor Font, que se presentará a las elecciones por primera vez, aseguró en un comunicado que Bartomeu y su junta deberían «salir inmediatamente» a dar explicaciones y, en caso de que se confirmen los hechos, cree que se habrá gastado dinero del club para atacar a sus socios y jugadores, lo que daña a la imagen de la entidad y «avergüenza» a sus socios.