La «Vecchia Signora» se impuso al Zenit con doblete del argentino y goles de Morata y Chiesa

Italia

La Juventus se clasificó matemáticamente para los octavos de final de la Liga de Campeones después de ganar 4-2 al Zenit St. Petersburgo, incapaz de frenar a un torbellino llamado Paulo Dybala, que alivió las penas del conjunto italiano esta temporada.

El jugador argentino hizo casi todo bien. En el capítulo de los errores, sólo sumó un penalti fallado, pero hasta tuvo suerte, porque tuvo que repetirlo y marcó. También hizo otro gol, el primero del Juventus, mandó un disparo a un poste y, sobre todo, se encargó de comandar todo el ataque de un equipo que necesitaba ganar sí o sí.

Con paso errático en la Serie A, a los hombres de Massimiliano Allegri se les presentó la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones como un antídoto para aliviar todos los males de un curso que será largo en Italia.

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Noveno en Liga a 16 puntos del líder (Nápoles) después de sólo once jornadas, la Juventus necesitaba dar un golpe encima de la mesa para demostrar que, por lo menos, por el continente, merecía cierto respeto y debía ser tenido en cuenta.

No era fácil. Pese a enfrentarse a un equipo teóricamente menor como el Zénit, la losa que llevaba encima después de perder su cuarto partido del curso el pasado fin de semana frente al Verona (2-1), podía afectar en la Liga de Campeones.

En la primera etapa de su exhibición inicial, Dybala marcó. Lo hizo pronto, a los once minutos, después de un buen remate desde el punto de penalti y tras estrellar un disparo contra un poste de la portería del Zenit. Leonardo Bonucci con el tanto en propia meta dio el empate 1-1.

Ese resultado, 1-1, no quitaba la clasificación matemática al Juventus. Pero, necesitaba más. Tenía que vencer y convencer. Por eso, tras el paso por vestuarios, salió a por la victoria con Dybala otra vez enchufado.

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Todo pasaba por sus pies. O casi todo, porque Chiesa también acaparó focos después de provocar un penalti tras firmar un control estratosférico en la esquina del área. Claudinho no pudo evitar derribarle y, aunque Dybala falló en su primer intento porque el árbitro Alejandro Hernández vio a dos jugadores del Zenit pisar el área en el momento del lanzamiento, no lo hizo en el segundo.

El 2-1 estiró al Zénit, que, necesitado, adelantó sus líneas a la desesperada. Entonces, el Juventus jugó muy cómodo al contragolpe. De ese modo, McKennie avisó con una cabalgada que acabó con un disparo al larguero y Chiesa sentenció tras una buena finalización dentro del área.

El 3-1 liquidó cualquier posible reacción del Zenit y selló una victoria a la que se unió Morata con el cuarto, que alivió las penas de la Juventus en Liga. Sardar Azmoun, sobre la bocina, maquilló el marcador para un equipo que aún tiene lejanas opciones de clasificarse.