Roma, Italia

El entrenador de la Roma José Mourinho fue sancionado este martes con dos partidos de suspensión y 20.000 euros de multa después de su expulsión el sábado pasado contra le Hellas Verona (2-2) por un gesto irónico.

Furioso, el técnico portugués protestó al árbitro y realizó con la mano el signo de estar hablando por teléfono, un gesto enigmático que le costó la expulsión.

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Según la prensa italiana, el portugués protestaba por considerar insuficiente el tiempo de añadido decretado por el colegiado Luca Pairetto e interpretó el gesto como una acusación contra el árbitro, cuyo hermano es dirigente de la Juventus y su padre estuvo implicado en el escándalo arbitral del Calciopoli en 2006, de querer impedir la victoria de la Roma.

Mourinho no quiso explicar su gesto, prefiriendo «volver a casa y hacer una buena cena», según el mensaje publicado en su Instagram.

Según el juez de la competición, Mourinho «dirigió graves insinuaciones al director de juego», que repitió en el túnel de vestuarios.