París, Francia

El pasado sábado Ángel Di María disputó su último partido con el Paris Saint-Germain tras siete años ligado al cuadro parisino. El argentino se despidió entre lágrimas del club y de la afición y en todo momento estuvo arropado de su familia.

Unas horas después del acto homenaje que le dio el club y de celebrar la obtención de un nuevo título de liga, la también esposa del delantero argentino, Jorgelina, se despidió a través de sus redes sociales de la ciudad, afinados y de paso le envió un dardo a los dirigentes del PSG.

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«Nos vamos en paz sabiendo que la gente te ama y que la mayoría lamenta tu perdida del club. Yo me voy agradeciendo a tanta, pero tanta gente que nos ha tratado como en casa», dijo.

«Ángel habla con sus piernas, con su fútbol, con su juego, con su magia, con su increíble carrera por los mejores clubes. Hablan sus toreos, hablan sus récords, hablan sus asistencias, sus goles… Ángel seguirá brillando vaya donde vaya. Nadie va a apagar su luz jamás. Nunca lo han podido hacer. Él es sensible, pero por dentro es un guerrero. El hecho de ser suplente no apagó tu luz», continuó.

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Antes de finalizar no dejó pasar la oportunidad para enviarle un dardo envenenado a la directiva del conjunto parisino.

«34 años no es nada si tu fútbol dice que todavía eres joven, pero bueno los directivos te dijeron adiós. Otro equipo te aprovechará como te mereces y sacará de ti lo mejor. Cuando se cierra una puerta se abre un portón. A brillar mi amor. Hay zurda para rato campeón», concluyó la argentina.