Melbourne, Australia

Incluso limitado por una lesión en la pierna, el serbio Novak Djokovic avanzó el sábado a octavos de final del Abierto de Australia tras deshacerse en tres sets de un impreciso Grigor Dimitrov por 7-6 (9/7), 6-3, 6-4.

Los errores de su amigo balcánico y asegurar sus golpes le bastaron al número cinco del mundo para llevarse el partido en el que necesitó atención médica en varias ocasiones y renunció a varias carreras para evitar un daño mayor.

Talentoso pero irregular, el búlgaro Dimitrov (N. 28) solo había ganado uno de los diez partidos disputados contra Djokovic, pero suponía el rival de mayor entidad que enfrentaba en Melbourne un serbio a medio gas por su lesión.

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Conocedor de sus limitaciones, Djokovic saltó al estadio Rod Laver Arena del Melbourne Park dispuesto a solventar rápido la tarea: rompió el saque de Dimitrov en el primer juego y aguantó la ventaja durante casi todo el parcial.

Pero en el momento decisivo, con 5-3 en el marcador, no supo aprovechar tres pelotas de set y en el juego siguiente cedió el servicio ante Dimitrov que había empezado a calibrar mejor su derecha y su revés a una mano.

Después de salvar tres puntos de set en contra, Djokovic se impuso finalmente en el tie-break matando un peloteo de 18 golpes con una volea desde la red.

Con claras molestias físicas después de 77 minutos de juego, celebró esa victoria parcial tumbándose en el suelo, agotado, antes de ir hacia el banquillo y recibir un masaje en la pierna del fisioterapeuta.

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«El punto de inflexión para los dos fue el primer juego. Hacer un quiebre temprano era importante para mi. No sabía cómo me iba a sentir físicamente, estaba yendo arriba y abajo», explicó.

Djokovic no dio opción en el segundo parcial, en el que le bastó con evitar errores y quebrar el sexto juego.

El partido parecía solventado hasta que las molestias físicas del serbio reaparecieron a mitad del tercer set, que estiraba la pierna entre saque y saque y volvió a precisar de atención médica en el banquillo.

Aun así, los dos quiebres de ventaja obtenidos le dieron margen para asegurarse el pase a octavos.

«Fue una batalla increíble, 3 sets en 3 horas. Ahora a descansar y preparar el próximo», dijo Djokovic, que se enfrentará al australiano Alex de Miñaur (N. 24), de padre uruguayo y madre española.