Londres, Inglaterra

La Premier League no deja de sorprender con jornadas intensas y la de este domingo, por la fecha 34, fue una de ellas, con un partidazo memorable. Liverpool venció 4-3 al Tottenham, gracias a un gol de Diogo Jota al minuto 94, y el festejo, lógicamente, fue desmedido.

En ese contexto, Jürgen Klopp, entrenador de los «Reds», salió corriendo en el estadio de Anfield  a celebrar e insólitamente se desgarró. Pocas veces visto.

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Luego del espectacular triunfo de Liverpool en el minuto 95, el entrenador se llevó primero el dedo a su oído derecho, señal para escuchar más el fervor de los hinchas del equipo rojo y luego, de cara a una de las tribunas, empezó a pegarle puñetazos al aire y a grita de manera desaforada como si estuviera enjaulado.

Pero lo mejor llegó en el epílogo, en esa corrida loca de Klopp cuando festejó el 4-3. Fue directo para festejar el tanto en la cara del cuarto árbitro, algunas decisiones no le habían agradado en absoluto. Es por esto que la situación se hace aún más curiosa. Y, cuando volvía a su banco de suplentes se tomó la cara posterior del muslo izquierdo y empezó a renquear.