París, Francia

Kylian Mbappé se hizo notar para marcar desde el punto penal en su regreso a las canchas con el París Saint-Germain de Luis Enrique, que mantenía el 1-0 hasta que una falta de Achraf Hakimi le dio al Toulouse la oportunidad de empatar en los últimos minutos.

De nuevo, Mbappé acaparó todo el protagonismo del PSG. En la primera jornada, por su ausencia; en la segunda, por su presencia en el banquillo después de más de un mes apartado de los entrenamientos del primer equipo. Se perdió casi todos los amistosos del PSG, la gira por Japón y el estreno errático de su equipo en la Ligue 1 ante el Lorient (0-0). Esta semana, por fin, Luis Enrique recibió el permiso desde los despachos para contar con su mejor jugador y, encantado, le citó para el compromiso ante el Toulouse.

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Mbappé lo celebró con rabia y cumplió con el guión que parecía escrito: el París Saint-Germain sin Mbappé viviría atascado y con Mbappé sobre el césped iba a reaccionar. Así fue. Mbappé no se saltó ni una línea de ese guión y se convirtió en el reactivo del PSG, que, sin embargo, encajó de penalti el tanto del empate a falta de cinco minutos para el final.

En una acción absurda, Achraf pisó sin querer una bota a Zakaria Aboukhlal dentro del área y él mismo Aboukhlal anotó el tanto del empate al minuto 86′. Entonces, Mbappé intentó sin éxito echarse a su equipo a la espalda. No lo consiguió. Ni en los cinco minutos que restaban para el final ni en los siete de añadido.