Dos fallos del joven portero contribuyeron a que la Juventus sentenciara el partido

Italia

Gianluigi Buffon, demostró que, además de ser un extraordinario guardameta, es una gran persona. Así lo dejó claro tras que la Juventus ganara la Copa Italia ante AC Milan.

El histórico capitán de la Juve se acercó al joven portero Gianluigi Donnarumma para consolarlo luego de que cometiera dos errores que terminaron en goles de los turineses y que le costó la final al Milan.

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Con lágrimas en los ojos, Donnarumma se mostró abatido, y fue abrazado por varios compañeros y rivales. De repente Buffon, su ídolo y compañero en la selección italiana, lo consoló, abrazándolo y dándole palabras de aliento al oído.

Si bien Donnarumma no cargó culpa alguna en el gol de Medhi Benatia que abrió el marcador, las pifias del guardameta de 19 años facilitaron los tantos de Douglas Costa y Benatia. El cuarto cayó cuando Kalinic cabeceó un tiro de esquina al fondo de su propia red.

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Fue el primero de los dos títulos que la Juventus busca conquistar en un lapso de cuatro días en el Estadio Olímpico. Los bianconeri pueden consagrarse campeones de la Serie A por séptima vez consecutiva —con lo que ampliarán su propio récord— si por lo menos empatan ante la Roma el domingo.

El Milan, en cambio, desperdició la oportunidad de levantar una copa que hubiera justifica su cuantiosa inversión en fichajes del verano pasado y ahora afrontar el pase de factura de la UEFA por quebrantar el fair play financiero.