El partido de vuelta será el próximo 13 de marzo en el Camp Nou

Francia

El Olympique de Lyon y FC Barcelona igualaron 0-0 en la ida de octavos de final de la Champions League, por lo que la llave de los octavos de final está más que abierta.

Fue un partido con múltiples ocasiones para ambos bandos en la primera mitad y que en la segunda terminó con los culés perdonando a los franceses de marcharse con un resultado imposible al Camp Nou tras 25 disparos.

Los franceses, tras aguantar peligrosas llegadas de Lionel Messi y Luis Suárez, sacaron un resultado de doble filo, ya que demostraron que poseen gol arriba, aunque tampoco pudieron materializar sus ocasiones gracias a dos espectaculares intervenciones de Marc-André Ter Stegen en los 10 primeros minutos. El Barça deberá mejorar su puntería frente a un equipo que posee potencial, pero que carece de experiencias en citas de altas miras.

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Los dos clubes provocaron jugadas de peligro para ponerse en ventaja, pero el Barca desaprovechó más. Desde el primer minuto, apretó bien arriba y le generó inconvenientes a los locales en cuanto a la salida limpia.

Pero, más allá de eso, llama la atención la increíble cantidad de oportunidades claras para abrir el marcador que tuvo el equipo culé. Dembélé, Rakitic, Suárez y hasta el propio Messi desperdiciaron ocasiones que, en otros partidos, celebraban.

La falta de precisión a la hora de definir fue lo que salvó al Lyon en los primeros 45 minutos.

En el complemento, el equipo francés amagó con complicar a los catalanes. Es que en los primeros minutos se adelantaron en el terreno y aprovecharon algún desconcierto de su rival que parecía que se había quedado en el vestuario.

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Depay tuvo una clara que se fue cerca y, luego, metió un centro atrás que si hubiese tenido a un compañero entrando por el medio, podría haber sido letal.

Valverde movió el banquillo en busca de soluciones con Coutinho y Vidal para tener la pelota con mayor claridad en el ataque, pero fueron incapaces de cambiar el panorama.

Mucho ruido, pero pocas nueces cerca de la portería de un Lopes que incluso se permitía adornarse en sus pocas intervenciones, especialmente en un disparo desde la frontal de Coutinho.

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Los locales, viendo de lo que se habían librado, dieron por bueno el empate a 15 minutos del final, mientras el Barcelona seguía disparando sandias en lugar de tiros precisos.

Cuesta entender que el partido haya terminado sin goles, pero sólo se explica por la poca precisión y, si se quiera, la falta de suerte de los jugadores de Barcelona para poder llevarse algo más que un 0-0 de Lyon. Con esto, la serie está más que abierta, aunque pase al Camp Nou.