El excapitán del Barcelona jugará este lunes su último partido con el Al Sadd, lo hará en la Champions asiática y en suelo iraní
Irán
El Persépolis vs Al Sadd será el último partido oficial que dispute Xavi Hernández como jugador profesional. Hoy cierra en tierras iraníes una prolongada carrera plagada de éxitos. Su fútbol se apagará para iniciar, en breve, su nueva etapa como primer entrenador.
El Al Sadd -razón por la cual Xavi ha viajado hasta tierras iraníes- no tiene asegurado el primer puesto de su grupo de la Champions. Es primero con dos puntos sobre el Pakhtakor uzbeko y debe ganar para adjudicarse un primer puesto que le permita a sus compañeros optar a la máxima competición de clubes en Asia.
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Xavi se va con 39 años y con cerca de 800 partidos profesionales en sus pies. Un jugador que custodió las llaves del estilo del FC Barcelona y de la Selección de España hasta que cedió y empezó a impartir clases en otra parte del mundo, Qatar. Un señor del juego que se va con 34 títulos, cuatro de ellos con su actual escuadra.
Para despedirse recurrió a una fotografía de sus primeros pasos con un balón en los pies cuando todavía no militaba en La Masía: «Todavía recuerdo cuando era un niño: la ilusión de jugar al fútbol, de tocar el balón, de disfrutar con mis hermanos, mi hermana y amigos en cualquier partidillo. Hoy con 39 años todavía disfruto del fútbol profesional con la misma ilusión de entonces. Es por eso que simplemente puedo decir: GRACIAS! Muchísimas gracias al fútbol y a todas las personas que han formado parte de mi vida personal y futbolística. Añoraré mucho, muchísimo, la sensación de tocar el balón en un estadio».
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Un mensaje de agradecimiento que acompañó en su storie de Instagram con cuatro fotografías y una palabra en cada una. «Gracias por cada partido» con las tres camisetas que ha defendido, la azulgrana –dos imágenes– la de la Roja y la última el Al Saad catarí. Ahora, decidido a pasar del verde a los banquillos. Todos le ven como el heredero de la filosofía de Cruyff y Guardiola, aunque para su llegada habrá que esperar.
