Sucedió en el Parque El Japón en Bogotá, donde los vecinos se oponían a la tala de árboles

Bogotá, Colombia

Un campo de fútbol sintético recientemente inaugurado en Bogotá, Colombia, atrajo mucha atención en las redes sociales, debido a un par de «jugadores» permanentes: dos árboles que crecen frente a cada arco.

En 2017, el Instituto Distrital de Recreación y Deportes (IDRD) encargó estudios de ingeniería y arquitectura para la adaptación y mejora del Parque Japón, un parque en el norte de la ciudad de Bogotá.

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Todo iba según lo planeado, hasta que los vecinos del área se enteraron que las autoridades planeaban remover o reubicar algunos de los árboles en el parque para dejar espacio para un campo sintético de fútbol y voleibol.

La gente llevó al IDRD a los tribunales, y en enero de este año ganaron, lo que técnicamente significaba que las autoridades no podían tocar los árboles. Sin embargo, eso no impidió que los contratistas avanzaran con el campo de fútbol.

Un juez ordenó a la IDRD «suspender inmediatamente cualquier intervención o acción administrativa en los árboles del Parque Japón, como la tala, el trasplante o la poda, en virtud de la protección integral del derecho colectivo al medio ambiente, entre otros, hasta que haya una claridad total sobre el impacto ambiental en el área, la protección de los árboles y la participación comunitaria».

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Esa decisión esencialmente impidió que cualquiera tocara los árboles en el parque, incluidos los que se suponía que debían retirarse del campo de fútbol sintético planeado.

Normalmente, la empresa de construcción a cargo del proyecto simplemente cancelaría, o al menos retrasaría la construcción, pero en este caso no lo hicieron, eligiendo en cambio rodear los árboles, que quedaron en pie frente a cada arco.