Italia

Lautaro Martínez se convirtió este domingo en el verdugo interista del Milan con el gol de la victoria en el Derby della Madonnina (1-0) y agravó la herida de un conjunto rossonero que sigue en caída libre, con siete partidos seguidos sin ganar, eliminado de la Copa y goleado en la Final de la Supercopa por el conjunto nerazzurri.

Desde el principio se notó cuál iba a ser el guion del partido, justo desde el momento en el que Lautaro obligó a Tatarusanu a mostrar sus reflejos en el minuto 5 tras una gran combinación nerazzurri, que con personalidad desarmó en la mayoría de ocasiones el desordenado entramado defensivo milanista.

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El gol no se hizo esperar. Lautaro, capitán, volvió a evidenciar su grandísimo estado de forma con otro gol, el cuarto en un derbi de Milán, el duodécimo en lo que va de temporada, con el que empata a Lookman en el segundo puesto de máximos goleadores. Lo hizo en el ocaso del primer acto, rematando un saque de esquina lanzado por Calhanoglu.

La mejor noticia para el Milan fue el resultado, corto para lo que podría haber sido. Intentó Pioli revivir a su equipo dando entrada a Brahim para mejorar la inexistente circulación de la primera parte y a Leao para encomendarse a su figura en ataque. No surtió demasiado efecto, pero con el paso de los minutos el Inter se fue relajando y el Milan se volcó en ataque.

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Apretó el conjunto de Pioli en los últimos minutos. Y no tanto por su mejoría, que también, sino por la caída del Inter, que sigue teniendo problemas para cerrar los partidos y que se agarra al gran momento de Lautaro para mantenerse segundo en la tabla.

Pero la reacción fue mínima. Y tardía. De hecho, provocó que el Inter gozara de todavía más ocasiones que bien desaprovechó o el VAR anuló. Los Nerazzurri reafirmaron con la importante victoria su mandato en la ciudad de Milán. El Milan, sexto en la tabla, se hunde. Sigue sin pulso.