El Milán ya ha cerrado cuatro fichajes prometedores para volver a ser competitivo en Italia y Europa

Milán, Italia.

Tras seis temporadas de indiscutible dominio de la Juventus en la Serie A, en Milán celebran la llegada al club del empresario Yonghong Li. Con él renacen las ilusiones de ver otra vez al equipo pelear por la gloria junto a los más grandes del continente.

El Milán, segundo equipo con más Champions de la historia, buscará volver a ser grande. Primero en Italia, para abrir puertas; después en Europa, de dónde jamás debió haberse ido.

La afición tuvo que esperar casi un año para ver concretado el acuerdo por el que Silvio Berlusconi vendió el club al magnate chino. Ahora, de manera casi inmediata, pueden observar con renovado orgullo como las cuentas han sido saneadas.

Pero lo más importante, es el nuevo  proyecto deportivo, el más ambicioso de los últimos años, ha terminado de desengrasar la maquinaria de las oficinas «rossoneras». La directiva encara los meses venideros con la vertiginosa actitud de adelantarse a sus contrincantes por fichar a jugadores de calidad y futuro.

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No ha habido tiempo para el descanso desde entonces, y los frutos han comenzado a llegar antes que en ninguna otra entidad del continente. Con todo el verano por delante ya han cerrado cuatro fichajes ilusionantes.

Esperan continuar con la misma línea hasta confeccionar un equipo que siente las bases de lo que será el Milán del futuro. El primer paso, sin embargo, fue atar al técnico que entrena a la plantilla desde 2016, Vincenzo Montella,hasta 2019.

Las contrataciones: el central argentino Mateo Musacchio, el lateral izquierdo Ricardo Rodríguez, el centrocampista marfileño Franck Kessié y el jovencísimo delantero portugués André Silva.

El Milán, segundo equipo con más Champions de la historia, buscará volver a ser grande. Primero en Italia, para abrir puertas; después en Europa, de dónde jamás debió haberse ido.