Real Madrid ratificó su superioridad en el Parque de los Príncipes ante un PSG falto de peso histórico

El equipo de Europa que mayor inversión hizo en el mercado queda fuera en octavos de final

 

París, Francia

La historia no es poca cosa. Es cierto que el pasado no juega pero en partidos así se imponen los que saben de hazañas, glorias, épicas remontadas dignas de equipos gigantes. En el Parque de los Príncipes la realeza fue blanca, Cristiano y su comitiva conquistaron París, la Champions viene dos años siendo merengue y por tercera ocasión podría serlo.

París Saint Germain se convierte, nuevamente, en el gran fracaso. El castillo se cayó a pedazos. Con Neymar, el argumento de que todo hubiese sido diferente es cuestionable, porque en la ida estuvo y el Madrid se impuso. La responsabilidad recayó en Dí María, otra decepción. El argentino fue anulado al igual que Mbappé; la doble contención de Casemiro y Kovacic hizo el trabajo a la perfección.

La primera parte fue del menos urgido, el Madrid. Tiró más al marco y debió haber anotado. El problema es que las más claras le quedaron a Benzema, quizá el único que hoy no está tan feliz. El francés no fue profeta en su tierra; al 37, quedó solo para el mano a mano, remató hasta que Aerola estuvo cerca para taparle el disparo. Luego, al 40 el PSG atacó con claridad cuando Mbappé entró solo por la banda y con Cavani libre, prefirió probar de manera egoísta.

En el segundo tiempo aparecieron los goles acompañados de sendos errores. Dani Alves, de gran experiencia a sus 34 años, perdió la pelota en la banda, lo que ocasionó que Cristiano Ronaldo recibiera un centro para centrar con un cabezazo certero y sentenciar la serie con contundencia. Es un determinante, siempre esta allí, disipa las dudas respondiendo de gran forma.

Algunos de los parisinos aún creían pero les jugó en contra la desesperación. Marco Verrati, el primero. En una jugada en la que le quitan el balón limpiamente, se fue con todo contra el árbitro a reclamarle. Brych no tolera ese comportamiento y le sacó la segunda amarilla y luego la roja. Sorprendentemente el PSG consiguió el empate con diez hombres. A Cavani le rebotó el esférico en la pierna y se metió dentro del marco.

Quedaban 20 y a los de Emery les faltaban dos goles para el milagro. Los rebotes no fueron exclusivos para los parisinos ya que Casemiro con un tiro al área, se encontró con la complicidad de los defensas, y a celebrar. Real Madrid lo liquidaba. Es otro en Champions, ganó los dos partidos y es el vencedor indiscutible. Junto con Liverpool son los primeros calificados a los cuartos de final de la Champions rumbo a Kiev.