El estrella portuguesa de la Juventus quiere hacer lo más llevadero posible su confinamiento en casa 

Lisboa, Portugal

Cristiano Ronaldo salió de Turín en marzo para regresar junto a su familia a su tierra natal Funchal, Madeira y pasar ahí la cuarentena, sin embargo, no ha sido la estancia más cómoda para el delantero portugués.

El goleador de la Juventus no la pasa del todo bien. Primero encerrado en casa, lo que lo obligó a salir a pasear con su familia, correr por las calles y el más reciente, entrenar en el Estadio de Madeira.

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Cristiano Ronaldo se mudó a una mansión en la ciudad costera de Canical, ubicada en una finca cerrada, con piscina de dimensiones impresionantes, jardín con múltiples palmeras, acceso directo hacia la playa y vistas hacia el Océano Atlántico, detalles que convencieron al futbolista para que pueda ser más amena su estancia y el cual tendrá un precio de 4 mil euros a la semana.

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Esto se debería a que el astro de la Juventus sentía que «necesitaba espacio. Estaba un poco sofocado dentro de las cuatro paredes».

A pesar que como tal no son vacaciones, Cristiano Ronaldo parece haber elegido una residencia que haga de su estancia obligada en casa dentro de Portugal lo más parecido a unas vacaciones donde no se vea molestado.